E-learning como herramienta de política regional: principios para un análisis de coste-beneficio

Resumen

Un proyecto de ley presentado por el gobierno sueco en 2001 manifestaba que la educación superior debe fijarse el objetivo de atraer una mayor diversidad de estudiantes. Se habla de las herramientas TIC como un medio para llegar a nuevos grupos de estudiantes, p. ej., estudiantes que no pueden desplazarse debido a su situación social o a una discapacidad física. Al mismo tiempo, varias regiones de Suecia se enfrentan a una migración neta negativa que en gran parte está motivada por las condiciones del mercado de trabajo y por el desplazamiento de los jóvenes a otros lugares para poder acceder a la educación superior. Estas regiones sufren un déficit de capital humano en ciertas áreas de competencia. Haciendo frente común con el objetivo de este proyecto de ley del gobierno, los gobiernos nacionales y locales tratan de ofrecer soluciones integrando la educación superior y la política regional, es decir, llevando la educación superior a los habitantes en un intento de dirigirse a grupos de este tipo, como los que tienen fuertes lazos con la región con la esperanza de alentarlos a quedarse en la región después completar sus estudios. La educación superior es cara y los gobiernos locales son quienes se hacen cargo del coste adicional que supone llevar la educación a sus habitantes. Por tanto, para minimizar costes, se imparten programas y cursos con ayuda de herramientas TIC. El grado de formación impartido por Internet (e-learning) varía de un programa y curso a otro, desde un 100 por ciento de aprendizaje impartido por Internet a un aprendizaje de tipo mixto. Hay al menos tres cuestiones importantes a la hora de decidir si invertir o no en educación superior impartida por Internet. ¿Llega a nuevos grupos objetivo? ¿Es la educación impartida por Internet de la misma calidad, o superior, en comparación con el programa impartido en el campus? ¿Está motivada la inversión desde una perspectiva de bienestar social? El propósito de este estudio es analizar el e-learning como una herramienta de política regional y presentar los principios de análisis de coste-beneficio correspondientes a la educación superior impartida por Internet. Además, se presentan brevemente datos empíricos de un caso práctico sueco.